miércoles, 8 de febrero de 2012

Suzuki Swift Twincam GTi

Voy a contarte un secreto: el Swift no es un auto moderno. Por lo menos, no del tipo que trae computadora de abordo, dvd y lugares para guardar los juguetes de los niños. Sin embargo, diez años y 130.000 Kms. más viejo, el Swift Gti sigue siendo el terror de los semáforos ¿Por qué? 101 caballos y 835 kilogramos de peso. Una bala.



Con el perfil aerodinámico de una munición de artillería (coef. 0.32), el Swift GTi ofrece un manejo divertido y seguro, versátil en el tránsito de ciudad y veloz en autopistas gracias a una excelente relación peso/ potencia. Ampliando la concepción estética de Henry Ford, el Swift GTi se fabricó en cualquier color, siempre y cuando sea Blanco, Negro o Rojo. De esta forma nos aseguramos que cualquiera de estos Suzukis combinará perfectamente con nuestra camisa favorita.




Todo conductor que aprecie la performance equilibrada en un pequeño deportivo se sentirá naturalmente atraído hacia el Swift GTi.

Antes de empezar, un descargo: se considera deportivo a cualquier automóvil GT (Grand Tourism), salvando así las tediosas comparaciones con los de alta gama (Porche, Lamborghini, Ferrari, etc.), que ningún GTi del mundo resiste. Ops! Seguramente, la excepción que confirma esta regla se halla bajo el capot de los Mitsubishi 3000 y otros twinturbo 4WDs como los Nissan.

Existen 2 versiones de Suzuki Swift: MK2 (1989-1991) y MK3 (1992-1999)
Swift GT (Yankee) 1989-1996 (MK2 & MK3)
Swift GTi (Ponja) 1989-1996 (MK2 & MK3)
Swift GTi (Australiano) 1989-1999 (MK2 & MK3)
Son escasas las diferencias entre estos modelos. La más notoria es la reducción de los paragolpes traseros en las versiones MK3, acentuando el diseño de cola fastback, las ópticas traseras, y las butacas en las últimas versiones fabricadas.



La característica más destacada de estos Twincams es el rabioso motor 1300cc con 101 caballos. La magia surge combinando 16 válvulas accionadas por botadores hidráulicos, doble árbol de levas a la cabeza, cigüeñal más bielas forjadas, y el sistema de inyección multipunto desarrollado por Hitachi. Como cada una de las válvulas es accionada por un botador hidráulico, este motor logra un sonido característico. Regulando, suena como un gasolero (ok, me estoy ganando enemigos, no? ), pero al pasar las 7400rpm ese prejuicio desaparece para siempre. Fue concebido para lograr su máxima potencia a 6500 rpm y con un tope programado de fábrica en los 7480 rpm, una de las primeras sensaciones que proyecta es la de estar acelerando una moto. Es fácil notar que el rango de revoluciones entre los cuales el motor se halla más cómodo oscila entre las 5000 y 7200 rpm, una característica que ni los GTi más modernos y musculosos ofrece. En resumen: un motor extremadamente nervioso.

Las revistas especializadas han elogiado hasta el hartazgo las virtudes de este diseño, y no sabrás si son ciertas hasta que manejes uno. Una elevada relación de compresión (10:1) y 2 programas de inyección de combustible (sincrónico/ asincrónico**) aseguran economía y capacidad de reacción. La curva de elasticidad del motor es sencillamente sorprendente, teniendo en cuenta que estamos frente a un motor aspirado -sin turbo- y con un consumo de combustible aceptable (12 km/l en cuidad, 15 km/l en ruta a 130 km/h). Evidentemente el consumo aumenta drásticamente en una conducción deportiva, logrando una aceleración de 0 a 100 km/h en tan sólo 8.5 segundos y una velocidad final que roza los 200 km/h. En definitiva, combina en el mismo paquete un motor económico y versátil. ¿Querés más? Comprate un Jaguar.

El Swift no habría logrado convertirse en un pequeño pura sangre sin la carrocería que presenta. Una línea sobria y deportiva que sigue vigente luego de 14 años, copiada innumerables veces por diversos fabricantes que rezan "Renovado Diseño Italiano" en sus slogans publicitarios. Pero el aspecto exterior no es su máxima virtud. Un chasis liviano, que junto a una suspensión independiente Mc Pherson en las 4 ruedas con barras estabilizadoras delanteras y traseras, y el inquieto motor, lo convierten en un cazador de ratones.

El confort no es el punto fuerte de estos coches, como de ningún GTi. Ruidoso, rígido para conducir sobre empedrados y virtualmente insufrible sobre caminos de ripio, es el precio a pagar para poder maniobrar con soltura a velocidades elevadas. Las butacas envolventes estilo ´Recaro´ que trae de fábrica acentúan su carácter deportivo e invitan a virajes pronunciados y repentinos con sostenidos 0.8 G de aceleración lateral, comparables con un moderno Corvette. Si deseas comprobar esta característica, el fabricante recomienda cubiertas Bridgestone 175-60-14 y un set de pañales para adulto

suzuki swift

Venido de Japón, el Swift llegó a españa en el 85 con intención de hacerse un hueco en el mercado del segmento B. Reemplazaba el Swift Mk1 también conocido como Cultus en Japón o Forsa en canadá.








El pequeño motor 1.3 del Swift desarolla 100 cv a 6500 rpm, obteniendo así la respetable cifra de 77 cv/l. Mientras que otros motores de la época recurrían a turbos (Fiat Uno Turbo) o cilindradas mayores (Seat Ibiza SXi o Opel Corsa GSi) para alcanzar potencias similares, el Swift lograba sus 100 cv gracias a 4 válvulas por cilindro una inyección secuencial multipunto bien programada y régimen máximo más elevado. El aparente modesto par de 112,8 Nm a 5000 rpm tenía la ventaja de mantenerse en el 80% de su valor a 2000 rpm dato relevante teniendo en cuenta que sus 16v le perjudican en ese aspecto. Es muy corriente que los motores con 2 vávlulas de entrada por cilindro tengan poca respuesta a bajo régimen por la poca turbulencia que se crea en la mezcla al entrar en el cilindro. Suzuki consigue paliar los inconvenientes de un pequeño motor y conservar sus ventajas como su bajo consumo.





Respecto a la caja de cambios, el escalonado es muy apropiado si lo que queremos es hacer una conducción deportiva ya que presenta una relación bastante corta que permite resaltar muy bien las cualidades del motor. Al Swift le gustan las carreteras secundarias con curvas lentas o rápidas y frecuentes cambios de marcha que se dejan efectuar con mucha precisión y firmeza.

Si hablamos de frenada, tampoco nos quedamos cortos, pues es a la vez potente y progresiva. Los frenos no muestran señales de fatiga después de bajadas prolongadas o repetidas solicitaciones permitiendo abordar las curvas con confianza sabiendo que entraremos en ellas a la velocidad deseada.



En el apartado de suspensiones hay discrepancia en cuanto a opiniones, mientras que algunos ven en ella un punto negativo por su dureza otros pensamos que es un punto muy positivo. Si bien es cierto que puede resultar incómoda en carreteras en mal estado no debemos olvidar que lo que tenemos entre manos no es un coche de paseo ni una berlina para grandes viajes sino un pequeño y explosivo utilitario. Es precisamente el tarado de suspensiones del Swift independiente a las 4 ruedas, combinado con su rápida y precisa dirección, los que permiten un paso por curva tan franco y decidido, evitando balanceos de carrocería en cambios de apoyo y permitiendo seguir la trazada que nos marquemos. Además se consigue corregir muy bien el carácter subvirador característico de coches con motor delantero y tracción delantera.

Si dinamicamente parece irreprochable también es gracias a su reducido peso, con solo 885 kg se hace muy manejable y gana en vitalidad. El puesto de conducción también es muy adecuado, con todos los mandos a proximidad, volante regulable y asientos con sujeción lateral. Todo apunta al disfrute!

En cuanto a aceleración y velocidad máxima presenta unos números respetables. Su velocidad máxima se sitúa en 185 km/h, con un cx de o,32 y pese a sus relaciones de marchas cortas, conseguía situarse en esa marca gracias a un alto régimen, aunque otros le superaban en 5 ó 10 km/h. Pasaba del 0 a 100 km/h en 10 segundos exactos, sin ser para nada una mala marca (ganaba al Seat Ibiza SXi) era 7 décimas más lento que un Fiat Uno Turbo. Un resultado lógico teniendo en cuenta que compensaba su bajo par con su reducido peso.

Pero, ¿donde están los defectos? Bueno, depende para que lo querramos. Parece obvio que si lo usamos cada día para ir a trabajar, posiblemente nos cansemos por una falta de confort, pero realmente no tiene muchos más, son más los que uno le pueda encontrar dependiendo de su uso, aunque en su dia, su mayor defecto era su precio, muy por encima de otros de la categoria. Quizás se le podría cuestionar su par, aunque nadie alcanzó tanto con un 1.3 atmosférico y los valores relativos de par/l son menores para otros motores atmosféricos. Como digo encontrar se pueden encontrar defectos pero el Swift enseña todas sus cartas desde el principio y la mayoría son buenas, solo hay que saber si nos gustan o no.

Lo único que se puede echar en falta a este pequeño GTi es su escasa instrumentación, pues a un amante de la conducción le gusta ver los niveles, temperaturas y presiones de todos los fluidos de su coche, y aunque no pidamos una instrumentación de avión, consideramos que el mínimo no es alcanzado, echando en falta un manómetro de aceite o un testigo de reserva de gasolina. Por otra parte el equipamiento del Swift, era por lo menos curioso. No incorporaba ABS, cierre centralizado o elevalunas eléctricos, ni siquiera opcionalmente, pero sí retrovisores eléctricos de serie y opcionalmente aire acondicionado.

Sin ser el más rápido, el que mejor acelera o el más potente, su bajo peso y el máximo aprovechamiento de su motor hicieron de él un coche muy eficaz y probablemente uno de los mejores pequeños GTi del mercado siendo su comportamiento dinámico su máxima baza.